• Perdida de contacto con su grupo social.
  • Hipersensibilidad a algunos sonidos.
  • Dificultad para mantener una conversación normal.
  • Posibles trastornos del sueño.
  • Movimientos torpes o de poca coordinación.
  • Interés obsesivo por algunos temas.
  •  No hay lectura de emociones o sentimientos en los demás.
  • Pierde interés por las reacciones en la otra persona.
  •  Movimientos bruscos al expresarse no verbalmente.